La tecnología Blockchain en el ámbito del Derecho

Se trata de una base de datos de transacciones que está distribuida en miles de ordenadores y duplicada en cada uno de ellos, la cual permite conocer sin necesidad de un intermediario los datos relativos a una transacción determinada. Esta transacción proporciona a los usuarios una protección de sus identidades y sus datos, por lo que es totalmente segura. 

Cualquier acuerdo que quede guardado en los bloques que forman esta cadena no puede ser modificado ni hackeado. Una de las principales características del Blockchain es que tiene un carácter descentralizado, es decir, todas las transacciones quedan registradas en los nodos que forman esta red, los cuales utilizan un mismo software que permite la comunicación y el intercambio de información de una forma rápida y, sobre todo, segura. 

Un claro ejemplo de cómo funciona esta tecnología lo encontramos en la contratación de un seguro de viaje al reservar un billete de avión. Un usuario contrata un seguro que le cubre un posible retraso de 2 horas o más. Si, llegado el momento, el avión tiene este retraso, el contrato se ejecutará de manera automática y el usuario obtendrá la compensación establecida sin tener que recurrir a la mediación de terceros. 

También vemos clara la idea de los Smart Contract en la compra de un coche entre un particular y una empresa automovilística, donde entra en juego una entidad financiera. El préstamos para comprar el coche puede realizarse a través de un Contrato Inteligente, donde se describe la transacción a través de un código informático que tiene en cuenta el medio del pago y la periodicidad de la misma, así como las medidas que se toman si el comprador las incumple. Ante esta situación, se puede ordenar el bloqueo del automóvil de forma automática.

En cuanto al ámbito del derecho, un ejemplo de para qué sirve esta herramienta es para certificar documentos legales de todo tipo, como testamentos, contratos y actas de junta de sociedades. Este sistema acredita de manera irrefutable el contenido y la fecha de cualquier contenido, evitando así posibles contiendas judiciales. 

A esta tecnología se le ha incorporado una nueva funcionalidad conocida como Smart Contract o Contrato Inteligente. Con esta, podemos registrar contratos y procesos que pueden ser ejecutados en un futuro si se reúnen unas condiciones previamente estipuladas. 

Gracias a la tecnología Blockchain y a las figuras emergentes como los Smart Contracts, así pues, se pueden agilizar algunos procesos de carácter legal y objetivo, así como ahorrar gestiones burocráticas. Cabe destacar, sin embargo, que en la actualidad sigue siendo necesaria la figura de un abogado, ya sea para tratar aquellos casos de carácter subjetivo o para crear el software o protocolos informáticos. 

El Blockchain es un gran avance de cara a la automatización de la gestión de algunas transacciones en el sector legal. Es el presente más inmediato y un medio que nos permite ahorrar tiempo y esfuerzos. Sin embargo, todavía es necesario replantear ciertas normativas para adaptarlas a la actualidad, como es el caso de la Ley de Protección de Datos. 

Los abogados tenemos que ser capaces de renovarnos y de ser un puente entre las nuevas tecnologías y el derecho, adaptando así el contenido de las leyes a los avances tecnológicos que tenemos hoy en día, como es el caso del Blockchain.